La digitalización del sector inmobiliario coge velocidad y evoluciona hacia una profunda transformación: la consultora CBRE cifra en un 28% el aumento de la madurez digital del sector en 2021. El real estate está decidido a aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología pero, sobre todo, a no quedarse por detrás de los propios ciudadanos, que muchas veces actúan como motor de cambio.
Y, precisamente, hay dos corrientes que comienzan a despuntar en el mercado inmobiliario y que ya están dando mucho que hablar. Nos referimos al blockchain y, de su mano, a las criptomonedas. El blockchain, traducido al castellano como ‘cadena de bloques’, es un sistema de bases de datos o registros enlazados para proteger la privacidad y seguridad en las transacciones. Por su parte, las criptomonedas son divisas digitales –en su mayoría basadas en blockchain– para acceder a bienes o servicios, que han suscitado cierta polémica al no contar con una regulación exhaustiva. Aunque hay que resaltar que en España las criptomonedas están permitidas por ley como medio de pago lícito, por lo que cualquier operación debe estar declarada.
El aporte del blockchain al real estate
La tecnología blockhain pretende facilitar y agilizar los procesos entre los participantes de cualquier transacción –en este caso, inmobiliaria– y su objetivo es mejorar la eficiencia de los servicios y procedimientos ahorrando en costes y en tiempo.
Según recoge BBGP Consulting, la implementación de blockchain en el sector inmobiliario aplica a diferentes procesos, tales como:
Sistemas de pago y financiación. No obstante, la implementación todavía es lenta por su excesivo requerimiento de documentación, coste y tiempo.
Contratos inteligentes, seguros y ágiles. Facilita los trámites y una relación más directa entre comprador y vendedor.
Democratización de activos. La tokenización, es decir, la división de la propiedad de activos en tokens –activos digitales similares a las criptomonedas o relacionados con ellas–, permite que muchas personas puedan participar en operaciones de inversión y reunir grandes volúmenes.
Propiedad administrativa. Una única aplicación se encarga de centralizar todos los procesos administrativos proporcionando mayor eficacia a la gestión.
Uno de los primeros ejemplos de aplicación del blockchain en el sector inmobiliario lo ha llevado a cabo la promotora Metrovacesa, que ha incorporado la tecnología Building Information Modeling (BIM) con la simulación digital de edificios, centralizando toda la información que va generando durante un proyecto. El objetivo de la compañía con el blockchain es aplicarlo siempre en dos vías: la identificación digital y la tokenización de los activos. Además, Metrovacesa también ha lanzado una promoción de viviendas en Almería en la que la compra se podía realizar a través de tokens.
A nivel europeo, el primer ejemplo en la compraventa de vivienda con el uso de tecnología blockchain se dio en 2017, cuando el CEO de una compañía tecnológica compró una vivienda por 60.000 dólares en Kiev, Ucrania. La transacción se llevó a cabo mediante contrato inteligente, también conocido como smart contract y criptomonedas.
Aunque su presencia es creciente, aún queda un largo camino para una plena integración del blockchain y las criptomonedas en el inmobiliario español. Sería preciso acometer una serie de modificaciones en la legislación actual concerniente a transacciones, pues, por ejemplo, para el traspaso real de una propiedad es obligatoria la figura del notario físico y no se puede ejecutar a través de un smart contract. No obstante, los expertos coinciden en que su entrada en el sector no tiene vuelta atrás y en que su progresiva implantación traerá aparejada numerosas ventajas.
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